Una represa o central hidroeléctrica es un
conjunto de obras, sistemas y diseños de construcción destinados a convertir la
energía cinética y potencial del agua, en energía utilizable como es la
electricidad (este proceso se realiza a través de la acción que el agua ejerce
sobre una turbina hidráulica, a la que a su vez le entrega movimiento rotatorio
a un generador eléctrico), almacenan y controlan el agua para diversos usos que
benefician al ser humano como, el sistema de riego para los cultivos, la
navegación, la piscicultura, el control de la sedimentación, entre otros.
Las represas generan un embalse conocido
como presa arriba de su construcción, este es uno de los principales impactos
ambientales, puesto que generan que aquellas grandes masas de agua que están en
constante movimiento y turbulencia, queden en un estado de absoluto reposo perturbando
el ecosistema del que forma parte, a pesar de que la energía hidroeléctrica desarrollada
en las represas sea reconocida como una actividad no contaminante y que no requiere
de elevados costos, genera grandes impactos en el ambiente aguas arriba y aguas
abajo de la construcción de ésta misma.
Según la Comisión Mundial de Represas (CMR,
2000) expresa que:
"La
decisión de construir una gran represa raramente es hoy en día solo una
decisión local o nacional. El debate ha pasado de ser un proceso local de
evaluación de costos y de beneficios, a ser un proceso en el que las represas
en general son el foco de un debate global sobre las estrategias y alternativas
del desarrollo".
En la actualidad la energía de las plantas
hidroeléctricas proporciona el 22% de electricidad y un 40% de irrigación en
los terrenos de cultivo a nivel mundial.
Central hidroeléctrica "Northwestern"